El movimiento estudiantil contra la dictadura

Conocer la historia es importante para poder aprender de ella, por eso nosotras aspiramos a conocer las luchas estudiantiles que nos precedieron para aprender de ellas y sacar algunas conclusiones.

En este texto concretamente hablaremos brevemente del movimiento estudiantil en los últimos años del franquismo.

En los años 60 comienza un crecimiento notable de la oposición al régimen franquista, que en el ámbito estudiantil, tuvo su máximo apogeo durante el proceso de Mayo del 68, que también provocó protestas de diferentes ámbitos en otros países.

Una de las estrategias que el gobierno franquista lleva a cabo para frenar estas protestas es ubicar los nuevos campus en espacios alejados de los núcleos de las ciudades, para así, poder controlar mejor las protestas y evitar que se expandieran por la ciudad.

Otro de los rasgos de los nuevos campus franquistas fue su ubicación cerca de cuarteles o comisarías de policía, como fueron los casos del Campus de Cantoblanco en Madrid o La Facultad de Anaya en Salamanca.

Algunas de las reivindicaciones -que hoy en cierto modo se podrían seguir dando- eran la salida de la policía de la universidad, el rechazo a la represión al profesorado contrario al régimen o el derecho a la reunión estudiantil. Todas estas reclamaciones costaron sangre y lágrimas a muchas profesoras y estudiantes.

Algunos nombres propios que sufrieron esta represión fueron los de Claudio Sánchez Albornoz y Manuel Lamana, acusados de pintar en la fachada de la facultad de Filosofía un lema imborrable -escrito con nitrato de plata- que decía “¡Viva La Universidad Libre! ¡Abajo el fascismo! ¡Libertad!” condenados a ocho años de cárcel; el de José Luis Cancho, estudiante de 3º de Magisterio en la Universidad de Valladolid, quien tras ser torturado por la BPS fue arrojado por una ventana de la comisaría, al pensar los policías que ya estaba muerto; José Luis Montañés Gil y Emilio Martínez Menéndez murieron en una manifestación en Madrid en 1979, muerto ya Franco, pero no su estructura policial de represión, que siguió asesinando varios años más.

Muchas son las historias de profesoras y estudiantes que dieron la cara por una universidad y unos institutos libres, críticos e independientes, y es responsabilidad nuestra recordar su memoria.

Bibliografía:

https://www.regeneracionlibertaria.org/7598-2

https://www.lamarea.com/2013/04/28/el-movimiento-estudiantil-en-la-universidad-lucha-y-represion/

https://ultimocero.com/no-olvidamos/2016/03/27/me-tiraron-porque-pensaban-que-me-habian-matado/

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